Roland Sand no es un preparador cualquiera, metido en el mundo de la moto desde que era un crío convirtió la velocidad en su profesión cuando se hizo mayor. Tanto fue así que se alzó como campeón del AMA de 1998 en 250cc y aun guarda algunos récords en circuitos europeos y estadounidenses. 32 huesos rotos después decidió colgar el mono y ponerse a salvo en un taller con el que dar rienda suelta a su imaginación.
Thanks Conner, esperamos más post pronto...
ResponderEliminarEsta bicicleta es increible.
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